martes, 9 de septiembre de 2008

CAZANDO EN TIERRA DE CAMPOS.

Aunque claro, el verdadero territorio de la perdiz roja son las llanuras cerealistas, las dehesas, olivares, terrenos donde la mayor abubdancia de alimento y la ausencia de un clima tan extremo hace que se den densidades de pajaros jamas soñadas en los cuarteles de montaña.
Se da por estos pagos otro tipo de caza, aqui la grandiosidad del marco, el contexto en el que se desarrolla la ación no lo es tanto, sin embargo, la invernal soledad de los paramos y llanuras castellanas, unida a la mayor abundancia de piezas hace de este otro tipo de caza algo magico, como sucede siempre con todos los tipos de cazas.

Son para mi estas, jornadas de tierras heladas, de manos infinitas, de vuelos, de perdices volviendose largas buscando su querencia, de compañia y camaraderia, de generaciones que hacen lo que han hecho siempre, de pies pisando las tierras del aller y de perdices que como aquellas, buscan su salvación donde siempre lo han hecho, corren del cazador como siempre lo han hecho, y aguantan cuando se cansan la embestida del perro donde siempre lo han hecho.


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